31. LA AVESTRUZ
Si mi niña del alma
suave me decía
que ya tenía
flores altas.
Y si fue esta niña
quien cantaba al alba
la vieja balada
de la sonrisa.
Cuando mi niña
al oído susurraba
que me amaba
con su vida
Pero cuando la niña
se fue lejos
se pusieron tristes
los espejos.
Y La avestruz quiso
perseguirte en vuelo
mas del polvo que armo
se quejó luego.
martes, 19 de julio de 2011
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